File:Retrato de don José Jesús del Águila Córdova.jpg
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Español: José Jesús del Águila Córdova (San José de Yarinacocha, 26 de julio de 1899 – Pucallpa, 20 de noviembre de 1986) fue un filántropo, evangelista, industrial y empresario peruano.
Fundador de la localidad peruana de Puerto Callao, capital del distrito de Yarinacocha; ubicada en la provincia de Coronel Portillo, en el departamento de Ucayali.
El lugar de nacimiento de José Jesús del Águila Córdova fue el primer campamento de pioneros de Yarinacocha, hoy conocido como San José de Yarinacocha. El día exacto de su nacimiento fue el miércoles 26 de julio de 1899. José Jesús fue bautizado por el padre Juan Mariano Uriarte (1870 - 1931), el 4 de octubre de 1899 siempre en el mentado campamento, su padrino de bautizo fue don Agustín Abundión Maynas quien solicitó que justo ese día se cambiara el nombre del campamento; petición que se sometió a voto; y siendo aprobada por todos los pioneros, después de veinticuatro años de fundado pasó a llamarse oficialmente “San José de Yarinacocha”. En aquellos tiempos, teniendo como línea divisoria la quebrada Tushmo; Yarinacocha se encontraba dividida en, Sector Alto (rio arriba hacia Pucallpa) y Sector Bajo (rio abajo hacia la boca del Ucayali). Todos los moradores se dedicaban a la pesca, a la agricultura, y al comercio. Era la época del caucho, y los productos agrícolas tales como el algodón, y los derivados de la caña de azúcar: la miel, la chancaca, y el aguardiente; tenían mucha demanda. También los productos de la pesca, y de la cacería; la sal en piedras del río Pisqui, y el barbasco (lonchocarpus utilis), se vendían a buen precio y los comerciantes hacían fortuna fácilmente. El padre del fundador de Puerto Callao, era don Eduardo del Águila Tello (1869 – 1946), casado con doña Rosa Mercedes Córdova Pérez (1873 - 1937), ambos naturales de Tarapoto (ciudad peruana capital del distrito homónimo y a la vez de la provincia de San Martín en el departamento de San Martín). Los hermanos de don José Jesús fueron: Francisco, Emeterio, Ambrosio, Candelaria, Cristóbal, María Raimunda, Gudelia, Isabel, Félix, Rosario y Laureano. José Jesús era el cuarto hijo. Sus abuelos paternos fueron, el legendario pionero sanmartinense Francisco del Águila y doña María Candelaria Tello García. Doña Candelaria murió en Tarapoto poco después de haber dado a luz a su hijo Eduardo, de manera que el infante quedó a cargo de doña Paula Tello García, hermana de su madre. Siendo aún pequeño perdió también a su amada tía, convirtiéndose a temprana edad en el compañero inseparable de su padre don Francisco, el cual por el carácter aventurero, inquieto e itinerante que poseía, desde el 1870, vivía constantemente entre San Martín y el Ucayali. Sus abuelos maternos fueron, don Ambrosio Córdova y doña Raimunda Pérez, ambos naturales de Tarapoto. Hasta los nueve años, José Jesús vivió al cuidado de sus padres y hermanos en San José de Yarinacocha. En el 1909, a la edad de diez años, en la casa que poseía su familia en Pucallpa, inició su educación privada, siendo sus maestros hasta el segundo año de educación primaria, don Delfín Bueno y don Bruno Gómez. El tercer año, lo hizo en la primera Escuela Fiscal de Varones Nº 2013. Cuando contaba con quince años, en compañía de su hermano Laureano, viajó a Requena para continuar y concluir su instrucción primaria, pero, por problemas de salud, regresó a su tierra natal y culminó su formación en la escuela que funcionaba en la colonia franciscana San Francisco de Asis de Yarinacocha; teniendo como maestro a Fray Enrique Philippe Leuque. Como aún no existía un centro de enseñanza secundaria, José Jesús truncó su preparación escolar y se limitó a poner en práctica lo que había aprendido, destacándose entre los jóvenes por su inclinación a la lectura y a la escritura; pudiendo de esta manera, continuar a superarse hasta el punto de ser requerido por los estudiantes como maestro particular de apoyo con las tareas escolares. A partir de los dieciocho años, se dedicó a trabajar con su padre en el trapiche (molino) familiar, y en las faenas de las posesiones de su familia de origen. En el año 1919, José Jesús se alistó e ingresó a prestar el servicio militar obligatorio en el ejército iquiteño. Gracias a su espíritu cívico, a su solidaridad, y a su excelente caligrafía; la mayor parte del tiempo de servicio lo pasó como secretario del comandante. Cuando finalmente dejó el cuartel en tiempos del famoso Guillermo Cervantes Vásquez, su padre don Eduardo del Águila Tello quedó muy satisfecho por las menciones honrosas otorgadas a su hijo.
En el año de 1924, el joven José Jesús ya era posesionario de unos terrenos baldíos ubicados en el territorio entonces conocido como Sector Alto; esas tierras le habían sido fuertemente recomendadas por su padre don Eduardo por tratarse de partes altas sin peligro de inundaciones y muy propicias para la agricultura. En esa superficie, en la parte colindante con la quebrada Tushmo, (donde años más tarde se levantó el hangar del Instituto Lingüístico de Verano) construyó una casa bautizando sus posesiones como fundo “Constancia”. Corría el año de 1925 cuando una avioneta anfibia acuatizó en el exuberante lago de Yarinacocha con a bordo el entonces alférez de la Marina al servicio de Hidroaviación Jorge Alva Saldaña y su tripulación. José Jesús les dio la bienvenida ya que estos militares estaban buscando con tomas aéreas el lugar propicio para un futuro campo de aterrizaje. Se alojaron en el fundo Constancia, y después de varios días de trabajo, e impresionados por la gran riqueza en flora y fauna del lugar se despidieron muy satisfechos por la atención recibida de parte de la familia del Águila, no sin antes prometer titular la propiedad de José Jesús como recompensa por la amistad, la cortesía, el respeto y el afecto que él personalmente les había brindado. En 1926 inauguró en su propiedad una casa mucho más amplia (donde actualmente se levantan las instalaciones de Electro Ucayali), vivienda que también servía como refugio turístico; allí fueron acogidos en los años casi todos los funcionarios públicos y personajes importantes nacionales y extranjeros que visitaron Pucallpa, o Yarinacocha, así como también personajes ligados a la política, como por ejemplo los delegados de Víctor Raúl Haya de la Torre. Los visitantes se deleitaban por el día navegando el lago en canoa y explorando los alrededores; pero lo que más disfrutaban eran los paseos nocturnos a orillas del lago. El puerto del Constancia era silencioso, y por esa razón don José Jesús lo había bautizado con el nombre de Puerto Callado. En 1927, don José Jesús y su cuñado don Justo Germán Silva Silva esposo de su hermana María Raimunda; concretaron de manera verbal para que don Germán utilice una pequeña fracción del Constancia para vivir y hacer chacras.
En 1928 el Ministerio de Fomento del Perú, con su Dirección de Inmigración, Colonización y Terrenos de Montaña, emitió una Resolución Ministerial de lugar y fecha en Lima 3 de enero de 1928 donde se expide el Título de propiedad, sin perjuicio de tercero a favor de don José Jesús del Águila Córdova de 29 años; de cuarenta hectáreas, y nueve mil ochocientos treinta y cinco metro cuadrados; cuyos linderos son los siguientes: Por el norte con el lago Yarina Cocha. Por el sur con terrenos baldíos y quebrada Tushmo. Por el este con terrenos baldíos. Por el oeste con la continuación de la quebrada Tushmo. O sea, toda la propiedad tenía como lindero oeste a la quebrada Tushmo, y como lindero este al lugar conocido como El Pandishal (toda la zona que hoy confina con el Hospital Amazónico). Este documento formalizó la propiedad que poseía don José Jesús; y de esa manera el alférez Jorge Alva Saldaña cumplió su promesa realizada tres años antes.
Pucallpa necesitaba urgentemente de un camino de herradura directo a la capital del Perú, Lima. Los antiguos caminos Puerto Inca, Ocopa, Satipo, Catalina, y otros, eran muy distantes; y el flujo migratorio que se estaba produciendo después de la fiebre del caucho corría mucho riesgo durante las grandes mudanzas familiares desde el medio Ucayali hasta Lima, o viceversa. En el 1929, a raíz de una improvisada visita de un jefe cashibo (etnia de la amazonia peruana) acompañado de algunos miembros de su tribu; las autoridades de Pucallpa y de Yarinacocha sellaron un pacto con el grupo de aborígenes. El acuerdo consistía en proveer una escuela, una maestra, medicinas y un puesto de la Guardia Republicana en cambio de garantías no belicosas de parte de la tribu para poder ubicar un punto de partida de la trocha Aguaytía – San Alejandro. Se nombró entonces, una comisión compuesta de veintitrés honorables ciudadanos encabezados por el médico italiano don Guido Bonzano Penzo, buen conocedor de la etnia cashibo, quien fue designado como supervisor para aplicar todo lo pactado. El grupo estaba compuesto por las siguientes personas: DE PUCALLPA: Don Guido Bonzano Penzo (médico). Don Antenor Gonzáles (enfermero). Don Remo Popolizio (topógrafo). Don Diego Bardales (topógrafo). Don Eleazar Vela (trochero). Don Pedro Flóres (trochero). Don Julio Ríos (trochero). Don Pastor Vela (trochero). Don César Gaviria (trochero). Don Ramón Torres (trochero). Don Ezequiel García (trochero). Don Adolfo Lobo (trochero). DE YARINACOCHA: Doña Gudelia del Águila Córdova (maestra). Doña Cármen del Águila Flóres (acompañante de su tía Gudelia, y ayudante cocinera). Don Francisco del Águila Córdova (trochero). Don Filino Pinedo Gonzáles (trochero). Don Faustino Dávila (trochero). Don Ángel Grandez (trochero). Don Patricio Maynas (trochero). Don José Paima (trochero). Don Tomás Pashminio (trochero). Don Agustín Pérez (trochero). Don César del Águila Pérez (trochero).
En 1932, el matrimonio Silva del Águila se mudó a su propio fundo denominado Nueva Arequipa, dejando en las tierras cedidas a ellos en uso por don José Jesús, un tambo (bohío) de siete metros de largo por cuatro metros de ancho, que les había servido como vivienda; y plantíos de pandisho (artocarpus altilis), mangos (mangifera indica), caimitos (pouteria caimito), y árboles maderables como el cedro (cedrela odorata). En 1933, don José Jesús dio en cesión de uso esas mismas tierras a su hermano menor Félix del Águila Córdova, dándole el permiso de vivir en el tambo construido por don Justo Germán Silva Silva. Don Félix regresaba a Yarinacocha después de un largo periodo lejos de su familia de origen; y en el transcurso de los años, él invitó a algunos parientes de su esposa y a otros familiares a venir a vivir en el lugar cedido a él en uso por su hermano.
Alrededor de los años 1931 y 1932 don Eduardo del Águila Tello ya se encontraba enfermo y cansado por el peso de los años, y por los deberes de liderazgo que requería el legado de su padre don Francisco del Águila. Entonces decidió poner al frente de sus negocios a su hijo José Jesús; y confiarle también la responsabilidad de San José ya convertido en caserío, el que hasta ese entonces había sido gobernado en armonía por don Eduardo juntamente con el grupo de descendientes de los primeros pioneros. Entonces, el anciano don Eduardo se mudó a vivir con la familia de su cuarto hijo en el fundo Constancia. Una de las propiedades de don Eduardo conocida luego como fundo “Beatriz” ubicado en ese entonces en la embocadura de Paca Cocha denominado hoy “La Restinga” le entregó a su hijo primogénito Francisco. A su segundogénito Emeterio le concedió el fundo “Águila” hoy conocido como “Nueva Unión”; y luego todas sus posesiones en el Sector Bajo, desde San José hasta Cashibo Cocha confió a su tercera hija Candelaria y al esposo de ella, don Filino Pinedo.
En el año 1932, don José Jesús y Fray Enrique Philippe Leuque gestionaron la construcción de la primera casa de la escuela de la colonia de San Francisco de Asís de Yarinacocha. Con el compromiso de todos los vecinos yarinenses construyeron la casa de la escuela que reemplazó a la que desde hacía años venían utilizando siempre bajo la dirección de Fray Enrique. Juntamente con la señorita Lidia Pinedo Acosta nieta del primer Teniente Gobernador de Pucallpa, se coordinó con el Padre Valentín de Uriarte una visita de inspección a la nueva escuela de Yarinacocha. Después de dicha inspección con resultado positivo, el 27 de abril de 1933 mediante Resolución Directorial Nº 1304 fue nombrada la señorita Lidia como la primera directora de la Escuela Elemental Nº 2065 en la colonia San Francisco de Asís, Sector Bajo.
En el año 1935, don José Jesús escuchó por primera vez el Evangelio de Cristo; habiéndole predicado su sobrino Francisco Pinedo del Águila y su esposa doña Magdalena Da Silva. Don Francisco regresaba a Yarinacocha después de un tiempo en el que había estado viviendo en la frontera amazónica con el Brasil. Don José Jesús se convirtió a la fe protestante dedicándose con ahínco a su nueva misión como el primer evangelista reformista de Yarinacocha. En tiempos en los que aún no habían llegado al lugar misioneros laicos reformistas provenientes de otros continentes, se dedicó junto con su familia a difundir la fe evangelista en los alrededores. Fue así que el 20 de junio de 1935 contrajo matrimonio con su compañera de vida doña Zoila Rosa Terrones Shuña. Ese día fue muy especial e importante para él y para su esposa, ya que se sumergieron también en las aguas del bautismo evangélico haciendo la firme promesa de servir a Dios para toda la vida. Doña Zoila Rosa era hija de don David Terrones, propietario del fundo “Vinoncuro” del Tamaya, y de doña Rosalía Shuña del Águila. La pareja tenía tres hijas: Rosalía, Zoila Rosa y Delia. De la unión de José Jesús y Zoila Rosa nacieron en los años diez hijos; seis varones y cuatro mujeres. Los nombres de sus hijos fueron: Cristóbal (1927), Domingocilo (1929), Mariana (1931), Simón (1934), Alian (1936), Bezaleel (1938), Aholiab (1940), María (1942), Zoila (1945), y Teresa (1947). Cabe señalar que, antes de su unión con doña Zoila Rosa, don José Jesús se había convertido en padre en cuatro oportunidades: . Con doña Florinda Flores Muñoz, tuvo a María Carmen del Águila Flores (1919 - 2019) . Con doña Teolinda Pérez Maynas, tuvo a Graciela del Águila Pérez (1921 - 1989) . Con doña María Huanío del Águila, tuvo a Mauricia del Águila Huanío . Con doña Verónica Maynas, tuvo a Herminia del Águila Maynas
El seis de noviembre de mil novecientos treinta y ocho don José Jesús del Águila Córdova tuvo un muy grato encuentro, conoció a don Joseph Hocking, un misionero norteamericano que venía a trabajar en la Iglesia Evangélica Misionera de Pucallpa. A partir de ese momento entre estos dos personajes se creó un vínculo de amistad y de unidad que los llevó a cooperar en manera fraterna para todos los fines comunes del pueblo que se estaba formando en Yarinacocha. Ese mismo año, llegó a Pucallpa una delegación estadounidense de también misioneros evangélicos, quienes aprovechando de la gran amistad que existía entre el evangelizador Joseph (José) Hocking y don José Jesús, decidieron apelarse al predicador como mediador para una visita al propietario del fundo Constancia. Se presentaron ante él con la propuesta de comprar una fracción del fundo para la obra misionera con los aborígenes de la amazonía peruana. Después de meditar un poco sobre el asunto, don José Jesús aceptó la oferta de la venta de una porción de su propiedad por una suma simbólica, solamente por que se trataba de la obra misionera. Regresaron años después con William Cameron Townsend y concluyeron la compra. De esa manera se dio origen al famoso Instituto Lingüístico de Verano (ILV) donde actualmente funcionan la UNIA- Universidad Intercultural de la Amazonía, el Instituto Bilingüe de Educación, la base de la Fuerza Aérea Peruana y Electro Ucayali.
En 1943, en toda la zona de Yarinacocha se presentaron cuatro problemas que necesitaban de solución inmediata. Primero, la terrible matanza de lagartos (caimanes) y las consecuencias desastrosas para el medio ambiente y la salud de los moradores. El mercado internacional propuso a la amazonía la compra de pieles de caimanes, con las medidas que alcanzaban únicamente aquellas de primera calidad que estaban valorizadas en S/.10.00 cada una. La ciudad amazónica de Iquitos se convirtió en el centro principal del comercio de cuero (piel) de aligátor. Grandes grupos de cazadores foráneos al Ucayali, atraídos por la perspectiva de abundantes ganancias económicas, comenzaron a llegar a la zona del lago Yarina Cocha desatando una despiadada caza de los desdichados saurios; desollaban y abandonaban los cuerpos por toda la zona incluyendo la laguna. Las carnes en estado de descomposición emanaban olores nauseabundos que se propagaban provocando descontento y malhumor entre los moradores de Yarinacocha. La grasa de los animales muertos flotaba sobre las aguas de la gran laguna del medio Ucayali; el agua así contaminada no se podía beber, ni utilizar, porque provocaba vómitos negros y ya comenzaban a aparecer algunas epidemias. Segundo, el problema de los pishtacos (grupos de criminales de piel blanca o gringos, que se creía asesinaban a las personas para extraer grasa humana para diversos usos). La fama de que estaban aterrorizando constantemente a las comunidades nativas, y a los viajeros que debían atravesar a pie la zona donde se erguía el majestuoso árbol de lupuna (chorisia integrifolia) se estaba generalizando, metiendo la población en estado de pánico por la alta percepción de inseguridad ciudadana. Tercero, la pesca indiscriminada con el barbasco. Este tipo de pesca artesanal milenaria, finalmente estaba amenazando seriamente la fauna íctica del lago y de los ríos; y también la salud de los habitantes del territorio. La población estaba aumentando y ya no se pescaba solamente para el autoconsumo; los pescadores se quedaban con los peces más grandes y de valor comercial, mientras que descartaban a los más pequeños, de manera que los restos de los peces muertos en descomposición yacían en las aguas y a orillas de la laguna; creando un serio problema ecológico, y mucha preocupación en torno al medioambiente. Cuarto, para afrontar estas emergencias, se necesitaba elegir autoridades como medio para salvaguardar el orden público y aplicar la ley donde y cuando fuera necesario. Don José Jesús del Águila Córdova a la edad de 44 años, fue nombrado primer teniente gobernador de la comarca, cargo que ocuparía muchas veces a lo largo de su vida. Su hermano Félix del Águila Córdova fue elegido agente municipal; y se designaron como policías a don Francisco Pinedo del Águila, don Andrés Gutiérrez, don Justo Germán Silva Silva, don César del Águila Pérez, don Ángel Maynas y don Ruperto Pérez. Después de la juramentación, las recién elegidas autoridades coordinaron decisivamente junto con los moradores y con el Sub Prefecto de Pucallpa, para liberar definitivamente la zona de los lagarteros (cazadores de caimanes), y de los otros delincuentes.
Primera obra pública: decidió la reconstrucción del hasta entonces olvidado caserío de San José, ampliando el pequeño cementerio y colocando luego la cruz mayor construida de durísima madera pumaquiro (aspidosperma macrocarpon), tallada y esculpida por los señores Fidel Pinedo del Águila y Federico Panduro Maynas. Esa cruz permaneció allí por muchos años y se podía admirar su silueta desde lejos, especialmente cuando se navegaba a través del lago. La cruz mayor indicaba la tumba de don Francisco del Águila, a la derecha se alzaba otra cruz más pequeña que indicaba la tumba de doña Rosa Mercedes Córdova Pérez. En el 1946, se colocó a la izquierda de la cruz mayor, otra idéntica a la que se encontraba a la derecha, esta indicaba la tumba de don Eduardo del Águila Tello. El 13 de octubre de 1979, los restos óseos de don Eduardo fueron trasladados al cementerio general de Pucallpa ubicado en el kilómetro 5. Segunda obra pública: construyó en San José un campo deportivo; y fundó el club de fútbol “Dos de Mayo” Tercera obra pública: reorganizó el pueblo continuando con obras comunales para la limpieza. Los antiguos moradores retornaron; y también se inició con el empadronamiento de las familias nuevas que iban llegando. La lista de los antiguos moradores que regresaron al caserío San José es la siguiente: Don Miguel Rodríguez, esposa e hijos. Don Manuel Sánchez, esposa e hijos. Don Lorenzo Sinacay, esposa e hijos. Don Lucas Sinuyri, esposa e hijos. Don Gumercindo Romayna. Don Lorenzo Shahuano, esposa e hijos. Don Miguel Saboya, esposa e hijos. Doña Magdalena Shahuano Serruche. Doña Amelia y doña Rosa Chistama. Don José Ibarán y señora Angélica Gonzáles. Todos ellos colindando con la quebrada el Tushmo, promotores del caserío “San Lorenzo”. Cuarta obra pública: gestionó y construyó para San José la escuela Nº 12246; en gratitud los moradores le nombraron director del centro educativo, y designaron a Edith Silva del Águila como maestra iniciando el año educativo conforme al programa. Posteriormente ellos fueron reemplazados por Dalila Valera maestra nombrada del estado en el año 1945. Ese mismo año, todos los tenientes gobernadores del cercado en forma programada, fueron citados por el Subprefecto de Pucallpa don Francisco Odicio Román, e invitados a contribuir con obras comunales en la construcción del primer campo de aterrizaje de Pucallpa. Los ciudadanos yarinenses como siempre, no solamente contribuían con mano de obra; también paraban la olla común del grupo (comedor popular, autogestionado e independiente); recibían instrucciones del trabajo que tenían que realizar y asistían a la misa dominical oficiada por el padre José Ignacio Aguirrezabal el misionero y constructor que también estaba al frente de la obra (este sacerdote católico desde el 1926 destacó su colaboración para colonizar la ciudad de Pucallpa). El teniente gobernador de Yarinacocha, donó tres toretes de su fundo en esa oportunidad.
Para desplazarse a pie desde Pucallpa a Yarinacocha o viceversa, se podía hacerlo solamente utilizando la ruta que en esos tiempos se conocía como el camino largo, que bordeando la laguna de Paca Cocha conducía los viandantes a su destino. Ese trayecto era peligroso, porque en ciertos tramos se debían atravesar varios estanques de aguas negras que dejaban las crecientes; y muchos viajeros habían tenido problemas con anguilas (electrophorus electricus) que les golpeaban con descargas eléctricas y les hacían revolcar dentro de aquellas aguas oscuras. Las personas también se quejaban frecuentemente de haber visto caimanes negros, y grandes cabezas de boas sobre las palizadas. Por las dificultades que el camino largo presentaba; los moradores, los comerciantes y los propietarios de los fundos ganaderos entre Pucallpa y Yarinacocha, encontraban muchos obstáculos para transitar, y conducir mercancías y ganado. Entre el 1943 y el 1944, después de dos reuniones previas con sus amigos, el misionero norteamericano Joseph Hocking; el recolector de muestras zoológicas y botánicas José M. Schunke López; y el propietario de un fundo ganadero, y jefe de una familia de brasileros don José Ríos; José Jesús del Águila Córdova reabrió con una trocha, una senda antigua que partiendo de su casa, que en ese entonces se encontraba al extremo oeste de su propiedad, se completaba en el kilómetro cuatro de la carretera recién inaugurada entre Pucallpa y Lima. El nuevo camino no tardó en convertirse en una carretera principal mediante obras públicas, también con la ayuda económica de don José Hocking y años más tarde con la del Instituto Lingüístico de Verano. Esta carretera se denominaba carretera “La Lupuna” y fue inaugurada con el primer medio de transporte de la zona, una carreta de propiedad del evangelista norteamericano, tirada por un caballo y conducida por el joven Cristóbal del Águila Terrones.
Casi a fines del año 1945, preocupado por el proyecto del campo de aterrizaje en Yarinacocha que podía afectar a su propiedad y a la comunidad, don José Jesús solicitó permiso al Sub-prefecto de Pucallpa para viajar a la capital del Perú, entregando provisoriamente su función hasta su retorno al ciudadano don Juan Alván Reátegui. Don José Jesús en compañía de su hermano don Laureano del Águila Córdova estimado profesor de Pucallpa; y el cuñado de ambos, don Justo Germán Silva Silva; aprovechando de las vacaciones de don Laureano viajaron a Lima por el caso del campo de aterrizaje en Yarinacocha. Después de un sacrificado viaje vía Concepción - Satipo y pasados unos días después de su llegada a Lima, ubicaron al Comandante Jorge Alva Saldaña ya convertido en Coronel de Aeronáutica (gracias a este señor el fundo Constancia en el 1928 fue titulado a nombre de la Nación); quién los recibió con mucha alegría. El trío le mostró con fotografías, que un pequeño poblado se estaba formando dentro del territorio del futuro campo de aterrizaje, y que el fundo Constancia también se vería comprometido con el proyecto. La noticia naturalmente preocupó al coronel a causa del aprecio que tenía por la familia del Águila y prometió interesarse para ayudarles. A su retorno de Lima, después de dos meses de ausencia, don José Jesús fue citado por el Sub-prefecto quien le hizo entrega de la resolución que ratificaba su nombramiento como teniente gobernador; entonces convocó a los moradores a una reunión urgente, en su casa; y les informó los resultados de su visita a Lima; de la entrevista que habían tenido con el coronel Alva Saldaña, y de cómo el susodicho muy apenado les había hecho un recuento de los veintiún años pasados y había concluido diciéndoles que hasta esa fecha no había presupuesto para el proyecto del campo de aterrizaje en Yarinacocha; y además, que dadas las nuevas circunstancias de las que había sido por ellos informado, posiblemente cambiarían la ubicación del ambicioso plan para no perjudicar el progreso de la comunidad que se estaba formando alrededor del codiciado lago Yarina Cocha. Después de su informe, don José Jesús se dirigió a los moradores con estas palabras: “Queridos hermanos, amigos y vecinos; de las palabras del coronel Jorge Alva Saldaña podemos deducir claramente, que se nos está dando la gran oportunidad para continuar a desarrollarnos como nuevo pueblo, por lo tanto, como un aporte social voy a retroceder el lindero de mi propiedad conocido como el Pandishal, para que el nuevo caserío pueda disponer de dicho terreno como puerto. Y para ganar tiempo, también sugiero de construir una casa en lugar del tambo donde vive actualmente el agente municipal para que funcione como escuela; luego, contratar una maestra y dar inicio al año educativo sujetándonos al programa. La comisión de inspección vendrá cuando el proyecto de fundación de nuestro nuevo pueblo esté completado”. Fue así como, las autoridades y los vecinos del lugar con la venia del Ministerio de Agricultura, retrocedieron el lindero este del Constancia conocido como el Pandishal, y dejaron la superficie prometida a disposición del futuro nuevo caserío para ser usado exclusivamente como puerto (como indica el Certificado de Reconocimiento del año 1952 firmado por el agente municipal, y otros vecinos del lugar). Iniciaron luego sin impedimentos el croquis de la primera lotización del caserío, contratando como director de esta obra al ingeniero Blumer de nacionalidad suiza. La lotización inició comenzando desde la laguna hacia el fondo como sigue: El primer jirón un tiempo conocido como “José Jesús del Águila Córdova”, hoy denominado 3 de octubre; a la margen derecha: demarcando doce lotes de 20 x 40m2 designados a cada uno de sus diez hijos; además de un lote para él y uno más para su esposa Zoila Rosa Terrones. A la margen izquierda: don Ángel Maynas, esposa e hijos; posteriormente las hermanas Coral del Águila: Brismenia, Florencia, Patrosinia y Erlinda; don Ramón Coral del Águila y don Guillermo Gastelú Ruiz con sus respectivos hijos. El segundo jirón entonces conocido como “Félix del Águila Córdova”, hoy 28 de julio; dividido como sigue: la casa vivienda de don Félix a la margen derecha. A la margen izquierda: su huerta con una colección de tortugas de agua y de tierra; así también su acopio de paiche seco que posteriormente cedió a su yerno Guillermo Reátegui Torres quien a su vez cedió el lugar a las autoridades para la construcción del mercado. En el tercer jirón históricamente conocido como “Puerto Callao”, hoy Jr. 7 de junio; se ubicaron don Roldán Cabrera, don Nemesio Barbarán; luego los hermanos Juan Pedro, Bernardino, Félix y Trinidad Saboya; todos ellos con sus respectivas familias. Luego se continuó con la lotización a medida que nuevos habitantes iban llegando. En abril de ese mismo año, en la nueva casa construida para vivienda del Agente Municipal; Esther Brito Maynas, su hermana Edith y dieciséis alumnos dieron inicio al año educativo. Cada padre de familia trajo el mobiliario necesario para sus hijos, improvisando una pizarra en la pared de la nueva escuela. Posteriormente el Teniente Gobernador donó dos pizarras y el escudo. La cuota fijada por cada alumno era como trueque o en efectivo, de entregar a las maestras. A finales de octubre, después de una reunión previa entre autoridades y vecinos del lugar, el entonces cabo de la policía don Cristóbal del Águila Terrones, y el agente municipal don Félix; por intermedio de una invitación firmada por el Teniente Gobernador, citaron a todos los moradores del Sector Alto y del Sector Bajo a una asamblea general para proponer y aprobar la fundación y el nombre del nuevo caserío.
El 7 de noviembre de 1946 respondiendo a la invitación, en casa del agente municipal comparecieron los moradores del Sector Alto y del Sector Bajo; don Félix les dio la bienvenida y el saludo cordial invitándoles a tomar asiento. Luego, el teniente gobernador, don José Jesús, recalcó una vez más la situación del proyecto del campo de aterrizaje en Yarinacocha, y recomendó la urgencia de fundar un nuevo caserío que sería el respaldo de toda la comunidad. "El nombre posiblemente ya lo tenemos”- dijo - solamente pudiéramos quitarle la letra “D” al nombre original Puerto Callado de modo que se llame “Puerto Callao”, en honor del mayor puerto marítimo, el más importante del Perú y uno de los más importantes de América. ¿Están de acuerdo señores? Sometieron a votación la propuesta, y fue aprobada por unanimidad. Entonces el secretario don Francisco Pinedo del Águila, morador del Sector Bajo, invitó a firmar el Acta de Fundación, que, por cierta desconfianza suscitada en las mentes de los moradores del Sector Bajo, no firmaron en su totalidad todos los moradores de Yarinacocha. Acta que toda autoridad debería respetar y acatar y los estudiosos del tema histórico no pueden refutar.
En 1947, en el mes de febrero se inició la construcción del campo de fútbol, lugar que actualmente es la plaza de armas de Puerto Callao. El diez de junio del mismo año, solicitó la primera escuela fiscal y el treinta de noviembre de 1947 las autoridades del Sector Bajo, remitieron un memorial pidiendo firmas para solicitar la misma. En 1948 empezó a funcionar la primera Escuela Mixta N.º 12297 frente al campo de fútbol, cincuenta y cuatro padres de familia junto a las autoridades culminaron la obra. El 7 de noviembre de 1948 se inauguró pues el campo de futbol y la casa de la primera escuela mixta celebrando así mismo el aniversario de la fundación de Puerto Callao, con la presencia del alcalde y autoridades de Pucallpa. Don José Jesús del Águila Córdova, teniente gobernador, regaló un torete y su hermano menor el agente municipal, un paiche de seis piezas. El nombre de todos los que trabajaron en dicha obra, consta en el censo del 12 de noviembre del mismo año. Este hecho hizo que el proyecto del campo de aterrizaje en Yarinacocha sea trasladado definitivamente a otra zona, conforme a lo manifestado por el coronel Alva Saldaña, después de un diálogo muy alterado con las autoridades y el pueblo. En 1950 pidió el desdoble de las escuelas 12297 y 12219, siendo en ese entonces el inspector de educación don Miguel Tejada Rubio. Ese mismo año se formó también el Club Deportivo Huracán. En 1952, en el mes de febrero a los diecinueve días, don José Jesús del Águila Córdova de 53 años, recibió un Certificado de Reconocimiento, firmado por el agente municipal don Félix del Águila Córdova y vecinos de la jurisdicción, donde reconocían que él gozaba de buena reputación y había observado intachable conducta como vecino y como autoridad, habiendo sido formalmente elegido teniente gobernador desde el año de 1946 hasta el año de 1951. Asimismo, señalaban sus aportes para el pueblo de Puerto Callao tales como: ceder parte de su propiedad fundo Constancia en beneficio del pueblo; además de la donación por su parte de setecientas hojas de shebón (attalea bassleriana) para construcción de la escuela; de dos pizarras; de un escudo nacional y del sello de propiedad para el despacho del agente municipal y para el nuevo teniente gobernador; de una cruz de madera llamada mashonante blanco (brosimun rubescens taub) de seis metros de largo por un metro de brazo por lado para el cementerio del caserío. En ese documento se le reconocía como autor de las vías al km 4 y al kilómetro 1, y también de la limpieza del canal de Paca Cocha y de todas las vías que pertenecen al caserío y de igual manera de la creación de las escuelas mixtas. En 1954, recibió dos cartas de la Secretaria General de la República dando repuesta a una su solicitud enviada. Estos documentos muestran la facilidad que tenía don José Jesús para relacionarse con funcionarios de alto nivel de la capital en beneficio del pueblo de Puerto Callao de Yarinacocha. En el 1957, por intermedio del Senador por Loreto Dr. Pedro del Águila Hidalgo, don José Jesús pidió elevar a distrito el caserío de Yarinacocha con su capital Puerto Callao. En 1958, la diputada de Loreto, Juana Ubilluz de Palacios, le envió una carta manuscrita en respuesta de la misiva que se le envió el 31 de octubre, donde se le promete no revertir sus tierras para darle a los misioneros católicos canadienses. Cabe indicar que estos misioneros católicos quisieron comprar parte de sus tierras y al no aceptar él, ellos buscaron por medios políticos tratar de revertir parte del fundo Constancia. Con el apoyo de los diputados por Loreto la señora Juana Ubillus de Palacios y el señor Jorge Alegría del Águila; el padre Emilio Seguín Morin y el senador Pedro Hidalgo del Águila, don José Jesús también promovió la instalación del fluido eléctrico.
En el año de 1964, en el pintoresco pueblo de Puerto Callao, se constituyó la Junta Comunal presidida por el señor Juan Luis Caravedo Lefure; aprobando la creación del Distrito de Yarinacocha y recibiendo de manos del fundador y de las autoridades, toda la documentación de diecinueve años de trabajo y gestión sin dádivas ni prebendas. Los que conformaban dicha Junta Comunal no eran de Yarinacocha por lo tanto optaron por celebrar el aniversario el 16 de octubre fomentando desorden; como la creación del distrito era un logro para los yarinenses este es un error que se debe corregir por respeto a los moradores de Yarinacocha.
Cuando el campo de la FAP cambió de ubicación, la carretera antigua la Lupuna quedó afectada, porque inmediatamente que los moradores supieron que el proyecto no se llevaría a cabo, empezaron la invasión de los terrenos que habían sido designados para dicho plan, trayendo como consecuencia la propagación de la criminalidad. Asaltantes y delincuentes de todo tipo empezaron a cometer fechorías en contra de aquellos que viajaban por la carretera la Lupuna. Fue así que el promotor de la misma don José Jesús con la venia de las autoridades, con la ayuda de sus hijos Cristóbal, Domingocilo, María y Zoila; y la de los hermanos Pedro y Ángel Gonzáles Orbe; hizo otra trocha carrozable, y en el año 1968 la entregó al presidente de Cooperación Popular el ingeniero Carlos Godier del Águila. Hoy esta carretera es conocida como Avenida Yarina.
En el año de 1972, recién se declaró de utilidad y necesidad pública los 36.680.00 m2 del fundo Constancia, que el legítimo propietario don José Jesús del Águila Córdova ya había donado al pueblo en el año 1946 para uso exclusivo como puerto de la localidad de Puerto Callao. En el 1974, el alcalde Pastor Lazo Aguirre le honró con un hermoso diploma de reconocimiento como fundador de Puerto Callao. Son muchas las menciones honrosas que don José Jesús recibió de parte de las autoridades locales, regionales y nacionales, pero hay que resaltar las cartas personales que durante toda su vida recibió de amigos peruanos y extranjeros en reconocimiento a su laboriosidad y a su don de luchador. Don José Jesús también se consagró como el primer guía de turistas nacionales e internacionales que pasaban por Yarinacocha y Pucallpa.
Don Eduardo del Águila Tello fue el primer industrial de Yarinacocha, y su hijo José Jesús el segundo, procesando la caña de azúcar y obteniendo todos sus derivados, así como también productos derivados de la cría de ganado vacuno, porcino y otros; pagando religiosamente sus impuestos desde el 1925, en la Caja de Depósitos y Consignaciones. Yarinacocha desde el 1880, año en el que llegaron a la gran laguna del medio Ucayali, don Francisco del Águila y el primer grupo de pioneros, por lo central y distante comercialmente estaba aislada; después de la fundación del caserío Pucallpa, ya en el 1896 los moradores de Yarinacocha dependían educativa, comercial y políticamente de Pucallpa.
"Al ser humano no se le teme ni por su estatura, ni por su fuerza, ni por su dinero; al ser humano se le
teme por su integridad y por su inteligencia"
(José Jesús del Águila Córdova)
- Américo Orsi del Águila (retrato de José Jesús del Águila Córdova) - Eddial Arkoúdes (José Jesús del Águila Córdova: Una Vida Dedicada a su Terruño) - Ruth Hocking-Hertzler (diarios y fotografías de Joseph Hocking) - Teresa Bonzano Orsi (historiadora y estudiosa de la etnía shipibo y de la colonia San Francisco de Asís de Yarinacocha) - Antonio Reátegui Meza (registro de matrimonio de Eduardo del Águila Tello y Rosa Mercedes Córdova Pérez) - Familia del Águila Terrones (archivo familiar privado) - José Jesús Cataño Giraldo (semblanza histórica de José Jesús del Águila Córdova).
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| Author | Américo Orsi |
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| current | 10:39, 20 October 2015 | | 400 × 570 (51 KB) | Idalia Saldana | User created page with UploadWizard |
